lunes, 23 de enero de 2012

MUCHACHO, ERES UN HOMBRE RICO


Ayer leyendo la biografía de Steve Jobs me he pausado en una buena reflexión.

Apple salió a Bolsa en la mañana del 12 de diciembre de 1980.
A sus veinticinco años, era un hombre con 256 millones de dólares.

Treinta años después de que Apple saliera a la Bolsa, reflexionaba acerca de lo que había supuesto para él ganar tanto dinero de pronto:

Nunca me preocupé por le dinero. Me crié en una familia de clase media, así que nunca pensé que me fuera a morir de hambre. Además, en Atari aprendí que podía ser un ingeniero decente, por lo que siempre supe que podría arreglármelas. Fui pobre por voluntad propia cuando asistí a la universidad y viajé a la India, y llevé una vida bastante sencilla incluso cuando trabajaba. Así que pasé de ser bastante pobre, lo que era estupendo porque no tenía que preocuparme por el dinero, a ser increíblemente rico, punto en el cual tampoco tenía que preocuparme por el dinero.
Yo veía a gente en Apple que había ganado mucho dinero y que sentía que debía llevar una vida diferente. Algunos se compraron un Rolls Royce y varias casas, cada una con un encargado, y tenían que contratar a un encargado para controlar a los demás encargados. Sus esposas se hacían la cirugía estética y se convertían en personas extrañas. No es así como yo quería vivir. Era una locura. Me prometí a mí mismo que no iba a permitir que el dinero me arruinara la vida.


                                                                                                                  Steve Jobs (Walter Isaacson)

Ojalá, que cuando termine de leerme el libro pueda verificar esta importante promesa.

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